El asesinato del presidente
de los Estados Unidos.
El asesinato
del presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, el 22 de noviembre de
1963, fue y sera uno de los acontecimientos más impactantes del siglo XX. El
asesinato por un disparo de su hermano Robert F. Kennedy el 5 de junio de 1968,
se añadió a las teorías de conspiración. En cada uno de los casos, un pistolero
solitario fue acusado
¿Habría un
segundo tirador en un montículo cubierto de grama a lo largo del recorrido de
la caravana de JFK? ¿Cómo podría un hombre con un rifle pedido por correo
apuntarle al presidente en un auto en movimiento desde tal distancia? Al mismo
Lee Harvey Oswald le dispararon en una estación de policía en Dallas días
después que muriera John F. Kennedy.
La desaparición
de aviadora Amelia Earhart en 1937
Entre las
teorías sobre su desaparición incluye
una que el avión de Earhart fue obligado a bajar por los japoneses alrededor de
las Islas Marshall. O bien que regresó en secreto a los Estados Unidos y que el
gobierno le dio una nueva identidad.
Ella
estaba en el último segmento de la ruta global, que volaba de Lae, Papua Nueva
Guinea, estando su destino a 4,023 kilómetros de distancia, en el medio del
Océano Pacífico.
El Mary Celeste.
Este barco
mercante de doble mástil "Mary Celeste" que zarpó de Nueva York el 7
de noviembre de 1872, con destino a Génova, Italia y que fue encontrado
flotando en el estrecho de Gibraltar, cuatro semanas después de su desaparición,
no traía a bordo a sus diez pasajeros. No había signos de lucha y toda la carga del
barco aún estaba a bordo.
El
Sudario de Turín.
Algunos
cristianos creen que el sudario, el cual parece llevar la marca del cuerpo de
un hombre, fue la sábana que se usó en el entierro de Jesús.
Muchos
académicos refutan la autenticidad del sudario, y afirman que data de la Edad
Media, cuando muchas supuestas reliquias bíblicas (como las astillas de la cruz
de Jesús) surgieron en Europa. Incluso la Iglesia católica no insiste en que el
sudario fue utilizado para envolver el cuerpo de Jesús. Su posición oficial es
que el sudario es una herramienta importante para la fe sin importar su
autenticidad.
¿Somos de otro mundo?
¿De dónde viene el hombre, cómo es el corazón de la Tierra o cuál es el
origen de la Luna? Estas preguntas sin duda forman parte de los misterios que
esconde nuestro planeta.
Otras grandes incógnitas que ni los
más grandes científicos han podido responder, hasta el momento, es si la vida
en la Tierra es fruto de la evolución en el planeta o llegó del espacio.
Hay teorías que intentan explicar cómo
surgió aquí la chispa de la vida. Sin embargo, los elementos básicos de la
vida, aminoácidos y vitaminas han sido descubiertos en meteoritos, lo que
invita a barajar la idea de que nuestro origen es alienígena. En este contexto, Vladímir Scherbak, de la Universidad Nacional Al-Farabi de Kazajstán, y
Msksim Makukov, del Instituto Astrofísico Fesenkov del mismo país, dicen
haber encontrado rastros de información alienígena en nuestro código genético.
Estos investigadores llegaron a la conclusión, con ese dato, de que la vida apareció hace unos 9.700 millones de años y que es más
antigua que la Tierra, que se
formó hace 4.500 millones. Eso quiere decir que la vida no pudo originarse en
nuestro planeta.
A la Tierra le quedan 100 años de vida.
El ingeniero y escritor estadounidense David
Auerbach recuperó una
teoría esbozada en 2010 por el reconocido microbiólogo australiano Frank
Fenner.
El científico, que a lo largo de su
trayectoria fue fundamental para erradicar la viruela, y que recibió
condecoraciones como el Premio
Mundial de Ciencias Albert Einstein y
una Medalla de la
Organización Mundial de la Salud, sostuvo que el planeta colapsaría
hacia el año 2100.
No es que nuestro planeta desaparecería, sino que las condiciones ambientales harían imposible la vida
para muchas especies, incluido el ser humano. Las claves explicativas de su
hipótesis son la superpoblación, la destrucción del medio natural y el cambio
climático.
Lo más alarmante del planteo de
Fenner, que murió en 2010, es que se trataría de un proceso irreversible. Las
transformaciones provocadas en el planeta desde la primera era de la
industrialización fueron tan grandes que ningún cambio, por más rotundo que sea,
podría evitar el fin.
Su visión del futuro era verdaderamente apocalíptica.
Para él recién estamos viendo los efectos iníciales del calentamiento global,
que rápidamente desencadenará un agotamiento de los recursos naturales. Ese
proceso, sumado al incesante incremento de la población, daría lugar a que se
desaten cruentas guerras por la comida.
La Atlántida.
Durante siglos, la
historia de un reino sumergido ha sido motivo de interés y estudios por gentes
de todas las razas y épocas. La realidad se vio envuelta de un halo de
misterios y leyendas tales que las teorías propuestas son incapaces de
determinar qué parte de lo que se cuenta es ficción y cuál no lo es. El origen
de la Atlántida, su cultura y sobre todo su localización, ha sufrido toda clase
de propuestas, extravagantes algunas de ellas, que han llevado a sus gentes
desde ser una sociedad avanzada tecnológicamente, incluso hasta por delante de
nuestros tiempos, hasta ser una sociedad infinitamente rica, e incluso llegados
de otro planeta.
Fue Platón, hacia el 347 a.C. el primero y único que dejó por escrito la existencia del reino de la Atlántida en sus diálogos de Timeo y Critias, cuando hizo una descripción de ella como una isla extensa y llana en cuyo centro había una colina, que a su vez estaba rodeada de tres anillos concéntricos de mar. En la cima de la colina había un templo dedicado a Poseidón y Cleito rodeado por un muro enteramente de oro. A su lado, otro templo de Poseidón estaba hecho de plata. Dos fuentes manaban constantemente agua, una fría y la otra cálida.
En el anillo más cercano vivían los más ricos y de alto status de su sociedad, y en el siguiente anillo los plebeyos. Más allá una extensa pradera repleta de aromáticas sustancias, hasta completar una isla “más grande aún que Asia menor y Libia juntas”…
La Maldición de Tutankamon
Cuando, tras quitar el sello, Carter asomó la cabeza, a su espalda, Lord Carnarvon le preguntó lo que veía.
Carter, sin saber la terrible ola de muertes que se sucedería tras la apertura, dijo sereno:
"Cosas maravillosas"“, dijo Howard Carter, respondiendo a la pregunta de Lord Carnarvon por lo que veía en su interior. Y acto seguido acabó por romper el sello de la entrada y deslizándose cámara adentro buscó aquel fabuloso tesoro escondido entre las arenas y las piedras del Valle de los Reyes durante más de 3.000 años.
Las primeras muertes no tardaron en llegar. Apenas siete semanas después de haber abierto la cámara mortuoria, lord Carnarvon, el mecenas de la expedición y mejor amigo de Howard Carter, murió por una neumonía. O al menos eso es lo que figura en su certificado de defunción, pues algunos científicos aseguran que fue por una septicemia, producto de una infección en una herida que se hizo y que desembocó en aquella neumonía fatal el 5 de abril de 1923.
Publicado por Anibal 2015
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